Qaramta deambula en los límites del Parque Nacional El Impenetrable y recorre zonas pobladas seguramente en búsqueda de hembras, para la procreación. Sucede que su compañera, Tania, no ha vuelto a entrar en celo, desde que nacieron sus cachorros hace dos meses. Esta situación enciende las alarmas, porque lo pone en riesgo de ser cazado o capturado con alguna trampa.

La presencia de una nueva hembra en los corrales de junta podría ser la solución inmediata que lo devuelva a la seguridad del área protegida. Pero esta nueva acción que implica traslado, espera hace meses por una autorización.

Qaramta nunca antes se había alejado tanto del Parque como ahora, desde que fue descubierta su presencia en 2019. A partir de octubre de ese año se le colocó un radio collar de seguimiento satelital, que permitió monitorear sus hábitos y desplazamientos. Como segunda acción importante, se trajo una hembra de cautiverio que lo mantuvo ‘anclado’ en el lugar.

La primera en cumplir ese cometido fue Tobuna. Pero como ya es infértil por su edad avanzada, fue reemplazada por su hija Tania, poco después. Con ella hubo un apareamiento exitoso, que derivó en el nacimiento de los cachorros, a comienzo del 2021. Hasta entonces Qaramta, atraído por los regulares períodos de celo de su compañera, se mantuvo en el lugar y en el área circundante, sin alejarse demasiado.


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