En la comisión de Juicio Político se sienten reivindicados: el fallo de la Corte Suprema que inhabilitó a Sergio Uñac representa, para gran parte del cosmos oficialista, una prueba cabal más de las irregularidades y extralimitaciones en las que el Máximo Tribunal ha incurrido en los últimos años. Y, por lo tanto, un respaldo general a la investigación que comenzó en febrero. "Uñac debe estar arrepintiéndose ahora", ironizan diputades cristinistas que, aún hoy, le echan en cara al gobernador sanjuanino no haberse animado a acompañar el juicio político por miedo a que la Corte fallara en su contra.

"Cristina le advirtió que lo iban a cagar", deslizan. En este clima convulsionado --que más de uno fantasea con poder utilizar a su favor--, el Frente de Todos volverá a avanzar con la investigación a los supremos. El martes la comisión de Juicio Político volverá a reunirse en lo que será el cierre de la causal por los desmanejos de la Obra Social del Poder Judicial. Podría haber sorpresas: la conducción de la comisión analiza, por estas horas, la posibilidad de citar anticipadamente a los magistrados de la Corte para que hagan su descargo.

Tras dos semanas sin actividad, la comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados volverá a reunirse el martes a las 13 para retomar la investigación por mal desempeño de los cuatro jueces de la Corte. Son días en los que las campañas locales -siete provincias tienen elecciones en junio-- y la instalación de los precandidatos nacionales compiten por la atención de les diputades, pero el juicio político a la Corte ha terminado por convertirse en una prioridad para el FdT. En parte por la guerra interna que la investigación sobre las irregularidades de la Obra Social del Poder Judicial (OSPJ) generó al interior del Máximo Tribunal, pero fundamentalmente por el interés particular que Cristina Fernández de Kirchner tiene en todo el proceso. "Hoy nos dice que es de lo mejor que se está haciendo", afirma un dirigente que dialoga cotidianamente con la vicepresidenta.

La avanzada de la Corte Suprema sobre las elecciones en San Juan y Tucumán, además, ha vuelto a despertar las alarmas del peronismo. No solo por la forma en la que se inhabilitó a Uñac y a Juan Manzur, sino por el temor a que el fallo esté preparando el terreno para avanzar sobre la candidatura de Gildo Insfrán en Formosa y, a la larga, sobre las reelecciones en general. "Hoy los peronistas nos están felicitando, los intendentes bonaerenses ni te cuento", ironiza un diputado que integra la comisión y considera que, tras la experiencia en las dos provincias peronistas, "algunos se están arrepintiendo".

Los dardos están dirigidos, fundamentalmente, contra Sergio Uñac, que se rehusó a acompañar el pedido de juicio político cuando el presidente Alberto Fernández fue en búsqueda del apoyo de los gobernadores. Pero Uñac no fue el único, a diferencia de lo que ocurrió cuando la Liga de Gobernadores salió a enfrentarse al fallo de coparticipación que benefició a la Ciudad de Buenos Aires, hubo varios mandatarios provinciales que se negaron a acompañar la avanzada sobre la Corte, como Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Alberto Rodríguez Saa (San Luis).

"Uno de los motores para el inicio del juicio político fue la iniciativa de los gobernadores por la coparticipación. Ahora el fallo contra Uñac viene a ratificar el carácter unitario y antidemocrático de esta Corte", insiste un diputado que suele integrar la comisión y especula con que el último mensaje de los cortesanos servirá para reivindicar la labor de la comisión. En Tucumán, provincia afectada directamente por el fallo de la Corte, coinciden:

"Me imagino un respaldo absoluto del peronismo", afirmó un legislador cercano a Juan Manzur, aunque admitió: "Pero no creo que alcance".

La suspensión de las elecciones se terminó convirtiendo en una causal más en el juicio político e, incluso, algunos diputados sanjuaninos que responden a Uñac --porque su competidor local, José Luis Gioja, siempre acompañó el jury -- empiezan a especular con acompañar la iniciativa.


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