El Parlamento de Italia inició este lunes las votaciones para elegir al sucesor de Sergio Mattarella como presidente del país, en una elección en la que 1.009 "grandes electores" definen al próximo jefe del Estado en medio de un clima de indefiniciones en la mayoría de las fuerzas políticas y en el que el primer ministro, Mario Draghi, aparece como uno de los candidatos más firmes.

Sin acuerdo aún entre las principales fuerzas políticas del país, la jornada, como se esperaba, arrojó una mayoría de votos en blanco sin que ninguna de las personas que recibieron apoyos pudiera llegar al mínimo de dos tercios que requieren las primeras tres votaciones.

Con 976 votantes efectivos en el primer día de comicios, hubo 672 votos en blanco y 42 nulos. Paolo Maddalena, exjuez de la Corte Constitucional de Italia, fue el más votado, con 32 apoyos, a la cabeza de una larga lista de personas que recibieron apoyos aislados en la primera jornada.

Así, el Parlamento retomará mañana a las 15 (las 11 en la Argentina) una nueva votación, en la que también se requiere un piso de dos tercios, al igual que la tercera (prevista para el miércoles a las 11).

Solo a partir de la cuarta votación, el piso para que el Presidente sea elegido bajará a la mayoría simple de 505 votos.

Un total de 630 diputados, 321 senadores (315 elegidos en 2018 y otros seis vitalicios) y 58 delegados de las 20 regiones que conforman los "grandes electores" son los encargados de elegir al sucesor de Mattarella, en medio de negociaciones que podrían desembocar en la designación de una mujer para el cargo por primera vez en la historia del país.

En ese contexto, el premier Draghi, uno de los principales candidatos a llegar al Palacio del Quirinale para los próximos siete años, mantuvo hoy conversaciones con los referentes de las principales fuerzas políticas, como Enrico Letta del centroizquierdista Partido Democrático, Giuseppe Conte del Movimiento Cinco Estrellas y Matteo Salvini de la Liga, de la centroderecha.

Luego, informó la prensa, Salvini y Letta se reunieron de forma bilateral ratificando un clima que diversas fuentes legislativas plantearon como "positivo" de cara a poder llegar a un acuerdo amplio a partir de la cuarta votación, prevista para el jueves a las 11 locales.

"Que hayan salido muchos votos en blanco es signo de que el diálogo está abierto", planteó en esa línea el presidente de la región Liguria y referente de la centroderecha, Giovanni Toti.

Las votaciones, coordinadas por el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Fico, se harán una por día y se llama a los "grandes electores" en grupos de a 50 para evitar aglomeraciones. La votación de hoy, en línea con las previsiones, tomó cinco horas y una hora extra para contar los votos.

Los dos grandes bloques del país, uno de centroizquierda en el que todas las fuerzas integran el gobierno de Draghi, y uno de centroderecha en el que conviven partidos oficialistas y opositores, parten con 451 grandes electores cada uno, por lo que serán clave entonces los más de 140 votos de los partidos pequeños y de centro.

Mattarella, de 80 años y en el cargo desde el 3 de febrero de 2015, anunció que no buscará un nuevo mandato pese a que la Constitución lo habilita a procurar la reelección y más allá del pedido de un grupo de legisladores oficialistas para que haga un "sacrificio" y permanezca hasta la celebración de las elecciones que en marzo de 2023 renovarán el Parlamento.

En Italia, de todos modos, el jefe del Estado tiene roles más protocolares y la gestión diaria recae en el primer ministro.

Draghi fue apoyado por algunos sectores del oficialismo, aunque la dificultad de encontrar un reemplazo para conducir el Ejecutivo aparece como una de las principales trabas a su llegada a la Presidencia.

Economista de 74 años, Draghi asumió su cargo el 13 de febrero pasado tras ser propuesto por Mattarella, y logró unir una amplia coalición en la que conviven casi todos los partidos con representación parlamentaria y que difícilmente pueda sobrevivir a su salida del Ejecutivo, donde lleva una gestión valorada de forma casi unánime a nivel nacional y europeo.

De todos modos, Draghi continúa siendo uno de los probables candidatos, mientras las fuerzas que lo impulsan trabajan en la búsqueda de un nombre que pueda garantizar la continuidad de sus políticas en el Ejecutivo.

Hoy, el antecesor de Draghi como premier y líder del Movimiento Cinco Estrellas, la primera minoría en la cámara, Giuseppe Conte, planteó antes de entrar al Parlamento que la idea es "preservar la continuidad del gobierno" dando a entender la preferencia de su sector por un nombre alternativo al del primer ministro.

Otras fuerzas de centroizquierda como el Partido Democrático instalaron al fundador de la comunidad católica de San Egidio, Andrea Riccardi, como "el perfil del presidente ideal", aunque fuentes consultadas por Télam plantearon que podría tratarse de un "candidato de bandera", como se denomina a los nombres que se ponen en la mesa al inicio de las votaciones a modo de ejemplo pero con pocas posibilidades concretas.

Desde la centroderecha, que aglutina al menos a seis fuerzas diversas, el tres veces premier Silvio Berlusconi se había lanzado al ruedo como posible candidato pero declinó su candidatura el fin de semana, lo que habilitó la aparición de varios nombres de posibles contendientes del sector.

En ese escenario, se abriría el camino para que, por primera vez en la historia, una mujer pueda llegar al Palacio del Quirinale y convertirse en la decimotercera presidenta del país, con tres nombres que circulan como posibles.

La titular del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati; la ministra de Justicia, Marta Cartabia, y la exalcaldesa de Milán Letizia Moratti aparecen con chances si la centroderecha se abre a negociar con el resto de las fuerzas.

El exjuez antimafia y antiBrigadas Rojas Carlo Nordio es otro de los nombres que han sido apoyados en público por líderes de la centroderecha, al igual que el referente de centroizquierda Pierferdinando Casini.


COMPARTIR