El Banco Central de la República Argentina (BCRA) puso en circulación de un nuevo billete de $10.000 a principios de mayo y ahora se espera la emisión de un billete de $20.000 para el tercer trimestre del año. Estos nuevos billetes fueron introducidos por el gobierno de Javier Milei con el objetivo de simplificar las operaciones monetarias.
Para la impresión de estos billetes, el BCRA contrató a dos Cecas extranjeras: China Banknote Printing and Minting Corporation y Crane Currency Malta Limited.
La primera se encargará de la producción de los billetes de $10.000 y $20.000, mientras que la segunda imprimirá una parte adicional de los billetes de $10.000. Los billetes de $10.000 llevarán los rostros de Manuel Belgrano y María Remedios del Valle, mientras que los de $20.000 presentarán a Juan Bautista Alberdi.
Según documentos oficiales del BCRA, se encargaron un total de 1.190 millones de billetes, distribuidos en 960 millones de billetes de $10.000 y 230 millones de billetes de $20.000. Esta medida implica un desembolso de casi 90 millones de dólares, con US$78.790.000 destinados a la corporación china y US$10.735.000 a la empresa maltesa.
El costo de impresión de los billetes varía según la denominación y el país. En China, imprimir 1.000 billetes de $10.000 cuesta $84,92, mientras que los de $20.000 cuestan $58 por mil unidades.
En Malta, el costo de impresión de los billetes de $10.000 es de $56 por cada 1.000 unidades. Estos valores son significativamente menores en comparación con los costos de impresión durante la administración de Alberto Fernández, que alcanzaron los $120 por 1.000 billetes de $1.000.
Una fuente del Banco Central explicó que la emisión de billetes de mayor denominación también reduce considerablemente los gastos logísticos, ya que se requiere menos papel para mantener el mismo nivel de circulante. Esta estrategia ha permitido al gobierno de Milei reducir los costos en comparación con la gestión anterior, que subcontrataba la impresión a la Casa de Moneda y otras casas en el extranjero.
La nueva gestión del BCRA ha optado por contratar directamente a organismos extranjeros para la impresión de billetes, eliminando la intermediación de la Casa de Moneda. A pesar de la reducción de costos, las nuevas autoridades aseguran que los billetes mantienen altos estándares de seguridad, incluyendo marcas de agua y hilos de seguridad, así como elementos que permiten su reconocimiento por máquina.
La alta demanda de billetes en 2023 llevó al Estado a gastar más de 7 millones de dólares en transporte aéreo y marítimo para traer el volumen necesario de dinero al país. Este contexto subraya la necesidad de billetes de mayor denominación para facilitar las transacciones y optimizar los recursos logísticos del país.