El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó que el país, la mayor economía latinoamericana, tendrá deflación en las próximas semanas a raíz de la reducción de los impuestos en el precio de los combustibles y la energía eléctrica, aunque la meta de inflación anual será el doble de lo proyectado por el Banco Central.

"Debemos tener la mayor deflación de la historia desde el Plan Real" de 1994, dijo Bolsonaro al canal privado oficialista SBT, al destacar leyes que el Congreso aprobó para reducir a la mitad los impuestos de los estados a las naftas, lo cual provocó, también, la desfinanciación de los presupuestos educativos y de salud.

Un estudio de la universidad privada Fundación Getulio Vargas (FGV) indicó que Brasil debería tener deflación en el Índice de Precios al Consumidor Amplio (IPCA) de julio y que probablemente esta situación se repita en agosto.

El índice de la cuarta semana de julio tomado por la FGV tuvo una deflación del 1,19%.

En junio de 1998, Brasil tuvo la mayor deflación mensual (-0,51) de la historia desde la implementación del Plan Real.

El 9 de agosto será divulgado el índice oficial de inflación de julio por parte del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

El precio promedio de los combustibles retornó a los niveles de agosto de 2021 con la baja impositiva, toda vez que el gobierno evitó cambiar la política de paridad de precios internacionales de la petrolera estatal Petrobras, que está generando ganancias extraordinarias para los accionistas privados.

Los analistas indican que esta reducción no debe incluir a los precios de los alimentos, que continúan en alza.

Bolsonaro afirmó a SBT que la suba precio de los alimentos se debe a las políticas contra la pandemia como las restricciones de movimiento determinadas por los gobernadores para reducir los contagios de Covid-19, siendo Brasil el segundo país en muertes (679.010), detrás de Estados Unidos.

Un tercio de la población brasileña no logra comprar alimentos para comer diariamente, según una encuesta del instituto Datafolha publicada el martes.

El lunes, en el boletín semanal Focus del Banco Central, el mercado financiero redujo la previsión para la inflación oficial de este año de 7,30 a 7,15%, mientras que para 2023 pasó de 5,30 a 5,33%.

La meta oficial es una inflación de 3,50% en 2022 y de 3,25% el año próximo, en ambos casos con 1,5% de tolerancia

El mercado financiero elevó su previsión para el crecimiento del PBI del principal socio de Argentina en 2022 de 1,93 a 1,97%.


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