José Francisco de San Martín y Matorras, más conocido como José de San Martín, nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, Virreinato del Río de la Plata y falleció en Boulogne-sur-Mer, Francia, el 17 de agosto de 1850. En un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del General San Martín, recordamos al Libertador de América.
En Argentina es reconocido como “Padre de la Patria”, mientras que en Perú se lo celebra como libertador del país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. También en Chile, el Ejército lo valora con el grado de Capitán General.
San Martín, una pieza fundamental de la identidad nacional argentina
La celebre figura patrióta de San Martín y su heroico proceder son parte de la narración ineludible de la narración del surgimiento de Argentina como país.
Fue militar y un político comprometido con el Pueblo Americano. San Martín participó en la organización del Ejército que liberó medio continente. Fue también Gobernador de Cuyo y favoreció la industria y el comercio, además de organizar del Cruce de Los Andes.
Su carrera militar comenzó en España pero tras los hechos de la Semana de Mayo en 1810, decidió retirarse del ejército español para servir en naciente revolución americana. En el Viejo Continente había participado en liberales y revolucionarios que veían con buenos ojos la emancipación americana.
Ya en América, organizó los ejércitos libertadores (como los Granaderos primero y luego el Ejército de Los Andes), y también participó de manera en la política local, como en la conformación del Segundo Triunvirato y en la Gobernación de Cuyo.
Su ideología política era profundamente humanista y se sentía influído por lo que llamaba “El Evangelio de los Derechos del Hombre”, los principios de la Revolución Francesa. Esta mixtura hacía de San Martin un iberoamericano, liberal y revolucionario, como los de las Juntas de 1808 en España, que veía su continuación natural en las surgidas en el nuevo continente.
José San Martín peleó por la liberación y la unidad de la región. Junto a Bolívar batalló por la libertad de sus compatriotas y valoró a los pueblos originarios, a quienes llamaba “nuestros paisanos, los indios”. Su pensamiento se sintetiza en su célebre frase: “Seamos libres, lo demás no importa nada”.
Rememorar su vida en ocasion de un nuevo aniversario de su fallecimiento es retomar esa búsqueda de una gran nación que siempre debemos tener en mente al pensar en una Argentina justa, libre y soberana.